jueves, 23 de diciembre de 2010

NOS SALVARÁ LA CAMPANA

Sin entrar a valorar por qué y cómo se apuesta por este proyecto, hay que recordar los calificativos generados por el juego desplegado al comienzo. Un equipo capaz de enamorar a una afición, que jugaba con hechuras de equipo grande y con un estilo de juego añejo pero moderno. Un equipo con una personalidad canaria y no en función del rival de turno; con talento y calidad en su plantilla, que se hizo respetar ante los adversarios. La propuesta de juego de su entrenador fue atractiva y arriesgada, se proyectaba en el terreno de juego y le hizo ser competitivo. Las dudas de este proyecto quedaban disipadas en las primeras jornadas; tanto, como que se le ofreció la renovación al entrenador, como máximo exponente para desarrollar el proyecto de contar con jugadores canteranos.
Pero a este estilo, esquema de juego, personalidad, estructura, competitividad y eficacia, le afloraron defectos que venían junto a las virtudes futbolísticas. Lo que en un principio aparecía como un síntoma, una mala organización defensiva -por la propia inercia de la desorganización ofensiva ante los contraataques rivales después de una pérdida de balón-, se convirtió en un mal. Llegaron las dudas después del partido en Ponferrada. Aquí se produjo un antes y un después. Hubo críticas, y dije que era hora de creer en este proyecto más que nunca. Pero llegó Salamanca y nos dejó tocados. Ya no nos hemos recuperado desde entonces. Además, después de la lesión de Vitolo, se tuvo la oportunidad de asentar un proyecto canterano, pero ese proyecto recibió un golpe bajo, unido al golpe recibido por otro exponente de la cantera, Juanpe: primero, él con su error -jarro de agua fría para todos- y, después, por la falta de confianza en él para el siguiente partido.
La balanza sigue estando del lado positivo. La figura de Paco Jémez ha sido fundamental para el desarrollo de las capacidades y el talento de los jugadores de la cantera; su gestión del vestuario, con aciertos y errores, ha sido positiva. Sus decisiones son respetables y opinables, pero es tiempo de seguir creyendo más que nunca. Hemos logrado recuperar un estilo y esto requiere de un tiempo en el que vendrán buenos y malos partidos. Creo que la campana nos ha salvado, para descansar, levantarnos y recordar como empezamos. Un fisiólogo francés dijo “quien no sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra”.


Autor: Carlos Marín López, Entrenador Nacional y Director Deportivo Titulado.

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