domingo, 19 de diciembre de 2010

DEPORTE EN LA ADOLESCENCIA

A partir de los 14 años en los varones y de algo menos en las mujeres, el cuerpo comienza a cambiar al ritmo de los estímulos hormonales. Estos cambios se dan a todo nivel, y son particularmente observables en sus movimientos corporales y en la relación con el espacio
Cuando se asiste el entrenamiento deportivo de un niño en su pasaje a la adolescencia, es importante prestar atención a su desarrollo psicomotriz. Los deportes -todos ellos- ayudan a este aprendizaje neuromotor y, por lo tanto, aquellos adolescentes que vienen realizando algunas disciplinas deportivas desde pequeños están en mejores condiciones de asimilarlo. Lo ideal es que un individuo experimente diferentes deportes a fin de tener la mayor cantidad de experiencias motrices. En ese sentido, las horas que se dedican a la actividad física en los sistemas educativos deberían brindarle una formación física básica, que le ayude a organizar su esquema corporal. Esto le ahorrará tiempo y esfuerzo al encarar una disciplina deportiva determinada.
Muchos se preguntan cuál es el mejor deporte para que el adolescente se desarrolle sano. En realidad, ninguna disciplina es desaconsejable, aunque algunas parezcan más riesgosos que otras, Todos tienen beneficios y el adolescente los elegirá por otros motivos, que tienen más que ver con su perfil psicológico. Algunos optarán por los deportes solitarios como la natación o el tenis, y otros preferirán compartir en los deportes colectivos como el  baloncesto o el fútbol. Si bien siempre se busca que el niño o el adolescente sociabilice con sus pares, no podemos obligarlo a elegir determinada disciplina.

Sobre carga: ¿Si o no?

Los trabajos con sobrecarga han sido un gran tabú con respecto a los niños, los cuales pueden comenzar a hacer algunas experiencias desde pequeños. Por supuesto que no vamos a cargar grandes pesos a un niño pequeño o a un adolescente. Pero ellos pueden comenzar a conocer la mecánica de estos ejercicios para que cuando puedan levantar pesos lo hagan de manera correcta, evitando lesiones. Cuando se comienza con este tipo de ejercitación, se debe poner mucho énfasis en el modo de ejecución: perfección del gesto, postura de la espalda, cómo bajar y subir los pesos desde el suelo, etc.
Lamentablemente, muchos adolescentes concurren a los gimnasios con escaso control y realizan sus ejercicios de manera imperfecta y con pesos inadecuados. Es necesario que los responsables de estos locales estén capacitados para conducirlos.
La fuerza es una parte importante del entrenamiento deportivo y, a nivel competitivo, nada se consigue sin ella. Pero la fuerza conseguida con los entrenamientos con sobrecarga sirve en tanto se pueda transferir luego a los gestos del deporte concreto que el adolescente elige practicar. En ese sentido, el interés estético que muchas veces se persigue con la sobrecarga no tiene la más mínima importancia en el campo deportivo. Es incluso contraproducente llegar a la hipertrofia muscular, ya que agrega un volumen y un peso innecesarios que actúan de "lastre" para quien practica un deporte. Por el contrario, la sobrecarga que ayuda a la mejor ejecución de los gestos propios de cada deporte es muy recomendable, siempre que sea practicada bajo el control adecuado.
Alimentación y suplementos

Cuando hablamos de los adolescentes y los deportes en cuanto a la salud y recreación, hay que decir que no se requiere de ningún suplemento en absoluto. La buena alimentación, hidratación y adecuado descanso son suficientes para proporcionarle las condiciones necesarias para su crecimiento.
Si, por el contrario, acostumbramos a un adolescente a usar suplementos, aun si son inocuos como ciertos complejos vitamínicos, estaremos creando una asociación indisoluble entre rendimiento posible y ese elemento suplementario. Esto le impide asociar sus logros a su esfuerzo y tenacidad diarios, no sólo en el tiempo de entrenamiento en horas, sino en la organización del tiempo restante, es decir, su estilo de vida. Es tan importante el tiempo de entrenamiento como el antes y el después.
Con esta actitud, estamos propiciando un sentido de responsabilidad en primer lugar frente a sí mismo y luego hacia sus compañeros y ambiente.
A pesar de lo dicho, muchos adolescentes usan ciertos suplementos que se promocionan y venden en los mismos gimnasios, incitados por personas de pocos escrúpulos y escasa formación profesional. Esto puede crear un hábito de adicción, que de por sí es malo, más allá del nivel de peligrosidad del elemento consumido.


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